No tengo la cantidad de zapatos de Carrie, ni tampoco vivo en New York.
Tengo varios pares de Converse, vivo en Palermo… pero sí tengo a mi Mr. G!! Que de big no tiene nada, salvo… la edad? Si, claro, la edad… más si pensamos que su hija tiene la misma edad que yo!! Y un hijo!! Cosa que, claro está, yo no tengo… me siguen? G es abuelo!! Entre otras cosas…
Un dato más: la mujer de G, también tiene mi edad.
…Años de una relación-no relación que nos condujo del amor al cariño.
Esta semana G cumplió años… muchos. Y yo que lo conozco desde hace muchos también, me las ingenié para hacerle un lindo regalo: le dije que lo quería.
G me ha escuchado lanzarle tremendas declaraciones, onda:
“Madurá, querido” (qué le habré querido decir con eso…? Me habrá hecho caso?)
“Quiero casarme con vos y tener hijitos”. (Juro q en un momento de mi vida estuve muy segura de q eso era lo q quería!!) (Obviamente, G no me hizo caso en esta!).
Y fuera de toda broma, un martes de octubre por allá, por el lejano 2006… lo fui a buscar a su trabajo y sabiendo que mis arrebatos seducen un montón, lo senté en un bar y le dije: ni te molestes en contestarme nada. Solo abrí las orejas y escuchame, porque lo que tengo que decir, me importa. Yo te amo. Y si algún día llego a pensar que el amor es esa cosa chata y aburrida que vos creés q es… me muero. El amor es otra cosa, muy distinta. Vos estás equivocado al decir que estás de vuelta en todo. Nunca fuiste a ninguna parte”. (Gracias a mi amigo Joaquinito que siempre me da una mano poética para mis arrebatos). Ahí no más, le tiré $ 10 arriba de la mesita del bar y: “hoy el café me lo pago yo”. (En aquel entonces, $10 era mucho). Y mis palabras también.
Estoica, como nuca me volveré a sentir en la vida y con la victoria soplándome el pelo de la cara, pechito argentino salió a la vida al son de: “por fin me lo saqué de encima”.
Este episodio merece todos los post que esta historia de amor va a tener en el blog. Allí se terminó el amor y comenzó el cariño. Además, a partir de allí, comencé a descubrir las pequeñísimas manchas de humedad del consultorio de mi analista. G siempre estuvo, muy a su manera, en los momentos más importantes de mi vida.
Me salí del bar, casi casi que lo dejé hablando solo. Y ese día puse punto. Seguido.
Pasaron los años. Muchos. Y nos volvimos a encontrar. Caminando por la calle. Volvió a decirme lo cambiada (vieja?) que estoy y de ahí en más, no pusimos punto, sino comas. Y puntitos suspensivos también. Prometo más post sobre la (pre)historia con G.
Como les decía, estos días de carnaval tienen también un lugar especial en el calendario por otra cosa: G cumple años. Es acuariano, x dios!!!
Y le escribí un hermoso mail diciéndole que después de tantos años, él se había ganado un lugar importante en mi corazón. Le escribí que lo quería y que era como un viejo amigo para mi. Que me gusta verlo en situaciones laborales, con muchas personas y saludarnos como si no nos conociéramos e incluso, permitir hasta que nos presenten.
G es uno de los hombres de mi vida, sin lugar a dudas.
Me contestó tan contento y agradecido que terminamos tomandonos unas birras en el sillón de mi casa… tan amiguitos somos que nos juntamos a festejar nuestra amistad… (?)
…Continuará.
(Esta historia nunca deja de continuar)…
PBC
No hay comentarios:
Publicar un comentario